miércoles, 15 de mayo de 2013

Lactancia

Foto: elsigloweb.com

 

 

Un milagro en tu pecho


AgendaparamamaDigital

Es lo más común y lo que define nuestra pertenencia a nuestra clase biológica: Mammalia. Y tiene que ver con una provisión celestial que se da en el pecho de una mujer.

Antes del nacimiento, cuando nos vamos haciendo de una masa de células recibimos nuestro pan de cada día, sin pedirlo, en el vientre de nuestra progenitora, junto con la sangre y el oxígeno. Al comenzar la vida, hay que pedirlo, con el llanto, y el mover de nuestros labios, y a la vez ya todo está provisto en el pecho de una madre y el amor que  llena este.


Detrás de los pezones es que se va formando. En unas células glandulares conocidas como glándulas mamarias, dentro de unos pequeños sacos que se conocen como alveolos. La leche se produce tras la acción de una hormona llamada prolactina, y según la demanda que haga tu pequeño de ésta, así seguirá produciéndose y así el maravilloso alimento. 


En los primeros tres días se da un líquido amarillento, llamado calostro, que va a ser para el pequeño una especie de talismán contra las enfermedades. Es muy importante que la criatura consuma este líquido, ya que en él se encuentra parte de lo que será su sistema inmune, además de que este en general saldrá fortalecido. 


Y es que las criaturas que lactan tienen un riesgo menor de padecer catarros, alergias, diabetes, diarrea, eccemas (dermatitis atópica), asma y otitis media.
La leche que se sintetice varía mucho de una mujer a otra. En algunas pueden incluso darse chorros, mientras que en otra la leche se da gota a gota. Ambas situaciones son normales.

 
Siendo el alimento hecho para tu pequeño, es el que tiene un balance de grasas, hidratos de carbono y proteínas convenientes para este. Tanto es así que los primeros seis meses de su vida no va a necesitar otra cosa.


En adición a esto, el hecho de darle el pecho a su hijo es una gran satisfacción a la madre, por lo que significa ese acto de dar, de serle útil a ese ser que ama desde el primer latido, y porque la lactancia en sí provoca la liberación de oxitocina, hormona que genera una sensación de placer, una de las razones por la que madre y pequeño entran en esta especie de comunión que les organiza el mundo. 

Y así se crean los lazos afectivos más cerrados entre dos seres humanos y más abiertos a los confines del cosmos. 

Pero hay ventajas para la madre también. La lactancia permite una mejor recuperación tras el parto previniendo hemorragias, ayudará a perder más fácilmente el peso que se acumuló en el embarazo, protege contra la osteoporosis y disminuye el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer (ovario y mama).


Pregunta a tu médico sobre la mejor alimentación y otras medidas para estar lista para renovarle la vida a tu pequeño, acercando el pecho a sus labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario