martes, 28 de mayo de 2013

El bebé que ríe es el niño más sano

Al igual que  Braylianiz Kamila Meléndez Franco, quien según su abuela María Ben rie todo el día gracias a la felicidad que ella se esmera en darle a su adorado angelito.


Estimulando el buen humor en los pequeños

 

 

AgendaparamamaDigital


Sinceramente, ¿ha habido algo más hermoso y que te transmita el mensaje de que el universo está en orden y de que todo está bien que la risa de un pequeñito? Estamos hablando de algo que no se debe reprimir y por el contrario estimular, para así edificar a un ser humano de alma y cuerpo saludables. 

Y es que la risa es un poderoso mecanismo de defensa, una eficaz herramienta para enfrentar los conflictos y superar la adversidad. Cada vez que una persona ríe, se movilizan más de 400 músculos en todo el cuerpo, aumenta la frecuencia cardiaca, se duplica la actividad pulmonar mejorando el sistema de oxigenación, se activa el trabajo metabólico y el organismo libera gran cantidad de adrenalina y endorfinas, hormonas naturales que funcionan como analgésicos y tranquilizantes. 

Regálale Risas


Los pequeñitos aprenden a través del ejemplo, por lo tanto, es la familia aquella que conforma su primera escuela. Por eso, es importante fortalecer la expresión de la risa como manifestación de optimismo y disfrute de vida, así como una manera de enfrentar con esperanza los reveses. Para lograr todo eso es fundamental la actitud de la familia. 

Según muchos expertos, es muy común que aquellas familias en que los padres son optimistas y alegres, los hijos también lo sean. Y en ese ejemplo se pueden legar los fundamentos de una actitud de vida que les permita valerse de cosas simples para enfrentar grandes dificultades. Y claro, enseñarles a disfrutar de las pequeñas cosas, de esas que no se compran pero valen tanto. Así podrá ver tesoros y maravillas donde otros nada perciben excepto dificultades. Pero para eso es necesario que la familia comparta toda junta, que saque tiempo. Se puede, es cuestión de organización. 



Una de las cosas que disfruta  Braylianiz es salir con su abuelita a los centros comerciales para montarse en las machinas.


Siembra un rostro alegre...


Incentivar el buen sentido del humor en los pequeños comienza con la propia actitud de los padres. Para ello es necesario tratar de no llegar malhumorado del trabajo, no ser serio la mayor parte del tiempo y no reír sólo con una película cómica o con un chiste, como si sólo pertenecieran a esas ocasiones. El sólo gesto de sonreír ayuda a encontrar la esperanza en momentos difíciles, le quita la tensión en ambientes hostiles y facilita el acercamiento entre las personas. 


Para incentivar el sentido del humor en la familia pueden organizarse fiestas de disfraces, hacer guerras de cosquillas o de almohadas, ver películas cómicas, leer cómics, inventarse cuentos cómicos, o hacer sátiras de cuentos conocidos y contar anécdotas de la infancia de cada miembro de la familia. De esta forma estás creando un ser humano tan saludable que le puede dar buena cara hasta al mal tiempo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario