miércoles, 29 de mayo de 2013

Cortaduras y raspones

Foto; espaciosaludable.com

Lesiones tan y tan pero que tan comunes en los pequeños...

 

 

AgendaparamamaDigital 

 

“Contrayación de muchacho, regiones, mira que si te das un golpe te voy a dar encima de él. En mi vida había visto yo muchacho tan desinquieto”. ¿Cuántas veces no le oíste decir esa amenaza a tu madre? Y a la hora de la verdad, sí, con el ceño fruncido, pero con el amor más grande del mundo te estaba curando, pasando la tintura de yodo, o el mercurio cromo, soplándote y poniéndote la curita. Y es que ella también fue niña y sabe que las cortaduras y los raspones son las lesiones más comunes que un niño puede “coleccionar” en ese, tan breve, espacio de tiempo llamado infancia.

Raspones y erosiones en la piel


Éstas pueden producirse por caídas y roces con el suelo u otras superficies. Son, en general, dolorosas y se pueden infectar. Si tu pequeño padece alguna de estas lesiones, lávala cuidadosamente con un jabón suave y abundante agua tibia, trata de retirar lo más posible los restos de tierra que pueden haber entrado en ella. Sécala, y si tienes alguna pomada, como el triple antibiótico, aplícala, aunque en este momento no es absolutamente necesario. Cubre entonces la herida con una gasa limpia y tela adhesiva o curita. En los días siguientes observa la herida, si se seca con una costra fina y sin presentar secreciones puedes dejarla de esta manera y observarla en los días siguientes. 


Si, por el contrario, presenta un líquido amarillento o francamente pus desde su superficie, lávala nuevamente, con abundante agua y jabón, y aplica un ungüento antibiótico (aquí sí se hace más necesario). Repite el procedimiento dos veces al día hasta que la herida esté curada. Si la herida no parece mejorar después de dos días, y por el contrario aumenta la secreción, el enrojecimiento alrededor de la herida y el niño tiene fiebre, llévalo de inmediato al médico o a emergencia.

Cortaduras


Las heridas cortantes en los niños por lo general son de poca magnitud. Sin embargo, pueden poner en riesgo la vida cuando son extensas y profundas. Aquellas que tienen una longitud mayor de 1 cm. (un tercio de pulgada) en la cara y de 1.5 cm. (una pulgada) en cualquier parte del cuerpo requieren sutura o que se reparen con pegamento quirúrgico.


Sin embargo, en lo que se da la atención profesional el cuidado de la herida requerirá el aseo con agua tibia y jabón, si ésta no sangra, o la compresión de la herida con un paño o toalla limpios y el traslado a la sala de Emergencias más cercana. Si la herida duele puedes administrar paracetamol o ibuprofeno por vía oral. 

Tanto el aseo como las suturas deben hacerse lo antes posible (antes de cuatro horas) para disminuir las posibilidades de infección. Si el pequeño no ha sido vacunado contra el tétanos en más de 10 años, debe repetirse una dosis de esta vacuna, o si la herida es muy sucia e irregular. Debes, además, vigilar la herida por signos de infección: enrojecimiento, calor, dolor en la zona y presencia de pus o secreciones en sus bordes. Si esto sucede, llévale de inmediato con el médico o lleva al niño al hospital.

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