viernes, 28 de junio de 2013

Alergia a la leche




Foto: comerbien.com


Qué es y qué puede hacerse en torno a ella


Si existe algún alimento que más se asocia con los niños es la leche. Sin embargo, existe el caso en que ésta, la tan inofensiva leche, le pueda hacer daño a tu pequeño.

Podemos definir la alergia a la leche como una respuesta de tu sistema inmune a una o más proteínas que se encuentran en la leche de vaca. Las que actúan por o general como alérgenos son la caseína y el llamado suero.  

Las manifestaciones más comunes de ésta condición es una serie de reacciones en la piel, como hinchazón de los labios, boca, lengua, cara o garganta. También puede causar eccema, urticaria, sarpullido o erupción cutánea ó piel enrojecida, picor en la piel ó en los ojos. 

También podrían darse dentro de este cuadro clínico problemas respiratorios como estornudar, congestión nasal ó nariz mocosa, toser o respirar con dificultad, y asma. 

Algunos de estos (no es la regla general) podrían llegar a generar lo que se conoce como una reacción anafiláctica, que ya es la respuesta extrema a un alérgeno, que incluyen picazón severa, inflamación de la garganta que dificulta el respirar, sudor, latidos rápidos del corazón (taquicardia), presión sanguínea baja, nausea, diarrea, y sobresalto (conmoción). 

 En los casos más peligrosos, estos síntomas pueden ser amenazantes para la vida.

Esto, se debe aclarar, jamás es lo mismo que la intolerancia a la lactosa, que es la carencia del organismo de la enzima lactasa, que es la que procesa  el hidrato de carbono lactosa, por lo que se dan los síntomas digestivos que acompañan a este mal. 

Aquí te damos ciertos consejos en caso de que tu amado tesoro padezca de este mal.  

Habla con una nutricionista. Una nutricionista puede ayudarte a encontrar otros alimentos libres de leche que a tu hijo le darán la nutrición que necesita para mantenerse saludable.

Ten cuidado cuando comes afuera. Avisa en los establecimientos de comida que tu niño es alérgico a la leche y pregunta siempre por los ingredientes del alimento que vayas a pedir del menú antes de ordenarlo.

Carga con la comida de tu pequeño. Si vas a ser invitado a la casa de alguien lleva sus propios alimentos, solo en caso de que él no pueda comer lo que tienen preparado.

Lee las etiquetas de los alimentos y mantente al día con los productos de alimentos. De vez en cuando los fabricantes cambian las etiquetas de los alimentos. Aunque consumas un producto todo el tiempo, recuerda que los ingredientes podrían cambiar.

Evita darle a tu hijo productos en los cuales su etiqueta tenga símbolos como K ó U. Estos símbolos significan que la leche está presente en ese producto.

Existen alternativas a la leche, que pueden darle a tu pequeño el calcio y otros nutrientes necesarios, comúnmente provenientes de lácteos, sin exponerte a sufrir una reacción. Entre éstas puedes encontrar los suplementos nutricionales.

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