jueves, 27 de junio de 2013

Niño diabético





Ayudando a manejarlo y estableciendo el control


La diabetes es la segunda enfermedad crónica más común en la infancia. Especialmente aquella que se conoce como diabetes mellitus tipo 1, llamada también insulinodependiente, que es cuando se da la destrucción de las células beta del páncreas, que son las que generan la insulina; es decir la hormona que controla los niveles de glucosa en la sangre. Sin embargo, con los cambios en los estilos de vida que se han dado en recientes años, que incluyen una dieta menos alimenticia que lleva más al sobrepeso y la obesidad y una drástica reducción en la actividad física, han aumentado entre los casos de diabetes tipo 2, que es la que da más en la adultez. En ésta se da una reducción en la producción de insulina y o una resistencia de la célula a la entrada de la hormona.  

La diabetes tipo 1 es aquella que necesita de insulina inyectada para regular los niveles de glucosa en la sangre, aunque hay estudios que garantizan que los niños que realizan deporte de forma regular, podrían tener mejores niveles de glucosa en la sangre que los que no lo practican.



La diabetes tipo 2 es hereditaria y ocurre cuando las células resisten a la acción de la insulina.


Es vital controlar la diabetes. Y es que esta condición puede causar, a largo plazo, y si no es tratada debidamente, pérdida de la visión, infarto, hipertensión, derrame, impotencia sexual, enfermedades pulmonares e insuficiencia renal.


Prevención

Se puede prevenir esta enfermedad a partir del nacimiento de los niños. La prevención puede empezar con la lactancia materna, evitando así la alimentación artificial, rica en azúcares innecesarios durante esta fase.

Para evitar la obesidad infantil así como la diabetes es necesario que los niños disfruten de una alimentación saludable, así como de actividades físicas, evitando que lleven una vida sedentaria, permaneciendo mucho tiempo delante de la televisión, computadora o videojuegos.

Los niños necesitan una dieta rica en fibras y pobre en azúcar. Lo ideal sería disminuir la ingesta de azúcares de absorción rápida, como el azúcar refinado, y sustituirlos por los azúcares que ya existen en las pastas y frutas.



Manejando la diabetes


La insulina


Están ampliamente probados los beneficios de un tratamiento intensivo con múltiples dosis de insulina inyectada que sustituye la falta de esta hormona en la adolescencia. Aunque en edades puberales y pre-puberales no está tan claro, se recomienda la multidosis y varios controles de glucemia al día, porque si un niño diabético no es controlado de manera intensiva durante la infancia, es muy difícil que comience a hacerlo en la adolescencia. En niños más pequeños es muy importante evitar las hipoglucemias. Esto es algo de lo que tienes que hacerle consciente.


En la escuela


En la escuela, el niño puede quedarse a comer si la dieta está pensada para su caso, o si es equilibrada, a menos que el médico y/o nutricionista del niño tenga otras recomendaciones.

Puede practicar las mismas actividades y ejercicios deportivos, siempre que profesores, personal de salud y otros responsables por su bienestar estén al corriente de su condición de diabético y sepan cómo evitar situaciones indeseables. Es importante que tanto padres y maestros intercambien datos sobre la condición del pequeño.


Una buena actitud


Es vital para su desarrollo y para el mejor manejo de su condición que el niño o joven con diabetes no se sienta “especial”, ni se mantenga al margen, ni utilice la diabetes como excusa para evadir retos en lo que en verdad su padecimiento no afecte. Debe tener todas la facilidades para practicar sus análisis, comer, beber o frecuentar el baño. Y a ti te toca enseñarle a tomar con naturalidad su condición sin restarle importancia a la vez.

Hacerse adulto es también hacerse responsable. En el terreno de la responsabilidad los pequeños con diabetes les llevan ventaja a sus compañeros de su misma edad. Ellos han tenido que aprender a tomar decisiones cada día sobre sus análisis, la comida, la inyección de insulina, la dosis. Por lo mismo, conocer a niños que la padecen (campamentos de verano, diversas organizaciones) pude ser un apoyo muy recomendable.

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