martes, 25 de junio de 2013

Alimentación


Foto: estilosdevida.com


POR: LYNNETTE M. BURGOS

 Para el niño y adolescente obeso


La obesidad se considera una condición de salud que puede hacer que te veas obligado(a) a limitarte de hacer cosas que antes disfrutabas, por pérdida de interés o porque “ya no es lo mismo”. 

La obesidad es un exceso de  peso en grasa corporal. Pediatras y nutricionistas utilizan  gráficas de percentilas para definir obesidad tomando en cuenta la edad, el peso y la estatura. Se define obesidad sobre la 95 percentila de estas gráficas.

“¿Por qué preocuparme si soy un niño adolescente pasadito de peso; pero me veo bien?”
La obesidad durante la niñez y la adolescencia tiene consecuencias serias que afectan esta  etapa de desarrollo y pueden reducir tanto la calidad como la cantidad de tiempo que vivas.
Estas son:
o   Problemas con los huesos y articulaciones.
o   Dificultades para desarrollar algún deporte u otro ejercicio físico debido a la dificultad para respirar y al cansancio.
o   Alteraciones en el sueño.
o   Madurez prematura. Las niñas obesas pueden entrar antes en la pubertad, tener ciclos menstruales irregulares, etc.
o   Hipertensión, colesterol elevado, enfermedades del corazón e hígado.
o   Desánimo, cansancio, depresión, decaimiento.
o   Baja autoestima, aislamiento social, discriminación.
o   Trastornos que derivan en bulimia y anorexia nerviosas.
o    Diabetes, la cual se diagnostica cada vez mas en adolescentes obesos.

“¿Que dieta debo hacer?”

Aléjate de las dietas. El solo pensar en comenzar una “dieta” trae a la mente todo lo que no puedes comer y ya antes de comenzar, tu primera reacción será ansiedad. No seas víctima del síndrome del yoyo, es decir, comienzas una dieta estricta, bajas de peso, te sientes débil, luego la dejas, aumentas de peso, te deprimes, comienzas nuevamente, etcétera.
Cuando se trata de niños y adolescentes, no se recomiendan dietas estrictas ni uso de medicamentos naturales o farmacológicos para control de peso. Recuerda que la adolescencia es una etapa de desarrollo y cualquiera de los anteriores podría provocar un daño permanente en el desarrollo si no se toman las debidas precauciones.
Se recomienda establecer estilos de vida saludables y disfrutar el proceso de sentirse mejor. El joven observará cómo descansa mejor en las noches y tiene más ánimo durante el día. A continuación, algunas recomendaciones para la  rutina diaria.

·         Sustituye refrescos de cola por agua, después de todo, su cafeína contribuye a reducir el calcio de los huesos. Si tomas una botella de agua con cada comida y merienda, promueves una digestión y metabolismo más eficiente.
·         Establece la diferencia entre merendar y picar. Es decir, ten contigo una merienda para que cada 3 horas después de comer puedas merendar, en lugar de escoger papitas en bolsa, barras de chocolate, o galletas.
·         En un fast food sustituye el refresco por agua, selecciona el sándwich que no sea empanado o frito y acompaña con side salad. Ten presente que en las próximas 3 horas debes ingerir una merienda.
·         Comer menos cantidad, controlar la grasa y hacer comidas más frecuentes promueven la pérdida de peso. Por lo tanto, desayuna siempre y no saltes comidas. Estar periodos largos sin comer, por el contrario se relaciona con aumento de peso.
·         Incluye siempre fuentes de fibra. La fibra previene enfermedades del corazón, brinda sensación de llenura y  mejora la digestión. Fuentes de fibra son la fruta principalmente con cáscara, vegetales, granos integrales.
·         Haz ejercicio diariamente.

Ejemplo de menú incluyendo fibra, con poca grasa y 3 meriendas:

Desayuno
Merienda
Almuerzo
( en fast food
Merienda
Cena
Merienda
Galletas de soda  con jamón 98%

un vaso de leche sin grasa con chocolate bajo en azúcar

2 ciruelas o jugo de china 100%
1 botella de agua 
(16 onzas)








Yogur con frutas

1 botella de agua de 16 onzas

 pollo a la parrilla o asado, sin piel

Papas majadas sin gravy

Ensalada de repollo o side salad

1 botella de agua  (16 onzas)
 pan integral con queso 

6 onzas de jugo 100%

1 botella de agua  (16 onzas)
Filete de pescado con cilantrillo, ajo y cebolla o tiritas de pechuga

Pasta integral con aceite de oliva, tiritas de zanahoria, brócoli picadito, albahaca

Frape de fruta mixta, sin azúcar, con vainilla

1 botella de agua
(16 onzas)


½ taza de mantecado low fat con fresas picaditas

1 botella de agua
 (16 onzas)



“Estamos en periodos de fiesta y toda la comida es rica… ¿qué hago?”
En Puerto Rico todo el año se vive una fiesta. Selecciona cantidades adecuadas y comparte más con tu familia y amistades. Si se trata de un menú típico, un ejemplo puede ser:
Sírvete un cucharón de arroz con gandules, un cucharón de guineítos en escabeche, ½ pastel, dos lascas de pernil asado y ensalada verde.
“¿Cómo que hacer ejercicios, si no practico ningún deporte?”
Lo único que necesitas es hacer una rutina diaria de caminar por 30 minutos a paso rápido. Esto es adicional a lo que acostumbras a realizar diariamente. Cuando sientas que puedes hablar a este ritmo mientras haces el ejercicio, aumenta el tiempo o la intensidad, según lo toleres. Si lo haces todos los días, verás que sientes más energía, duermes mejor y te cansas menos.
Adolescente, finalmente, recuerda  que tienes una gran responsabilidad; las decisiones que tomes de hoy en adelante te afectarán a ti y a los que te rodean hasta ser adulto. Sé maduro en la toma de decisiones. Escoge salud.

La autora es nutricionista y dietista. Si deseas más información, puedes comunicarte al (787) 449-0532 o al (787) 383-3333.

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