lunes, 8 de abril de 2013

¿Emergencia?

Cuándo llevar a tu pequeñito a que reciba cuidado médico...


AgendaparamamaDigital

Foto: es.123rf.com
Ha llegado a tu existencia quizás el mayor regalo que pueda recibir persona alguna. Tu hijo, otro ser humano, que comienza siendo este cantito de carne que es tu carne, con lo ilusión integrada de que crecerá hasta ser un ente, dueño de sí, independiente, que tendrá lo mejor que ha tenido la especie, en su corazón y mente.

Y para ello, con todo el placer del mundo, has tomado el deber y la responsabilidad, a nivel de que su bienestar se encuentra en tu lista de prioridades antes que el tuyo propio.

Pero esta experiencia no la has tenido antes, así que existen muchas dudas sobre sus cuidados. Y una de las más grandes es sobre cuándo llevar al pequeño a una Sala de Emergencias o a un consultorio médico.

Aquí te traemos varios consejos.

Se debe llevar al pequeño a recibir cuidado médico sí...


• Presenta una fiebre superior a 38 grados, que no remite.
• Aparecen manchas en la piel de color amoratado   (petequias) en un cuadro de fiebre.
• Hay presencia de convulsiones.
• Se ha golpeado la cabeza y pierde el sentido.
• Ha sufrido quemaduras severas.
• Tiene dificultad para respirar, la frecuencia de la respiración aumenta, los labios y la cara se ponen amoratados y agita la nariz.
• Tiene gastroenteritis, mucha sed, presenta ojos hundidos, boca y lengua secas, pérdida de peso por el riesgo de deshidratación.
• Ha habido un golpe y movimiento brusco y el niño tiene dolor y, además, es incapaz de mover el miembro afectado por el trauma.
• Vomita y tiene somnolencia, porque pueden ser síntomas de que ha ingerido productos tóxicos.
En esos casos debes llevarlo a Emergencias a la mayor prontitud o llamar al número de emergencias, 9-1-1.

Puedes considerar seguir atendiéndolo en casa si...
• La fiebre no sobre pasa los 37,9 grados. Pon baños de agua tibia en la frente, axilas e ingles. Puedes darle acetaminofeno en las dosis recomendadas por el pediatra.
• Tiene tos, afonía y el aire hace ruido al salir de la garganta. Lo mejor en esta situación es el ambiente húmedo, acostarlo con la cabeza algo levantada, limpia su naricita con descongestionante para bebé y dale líquidos.
• Quemadura leve. Enfría la quemadura aplicando agua fresca durante de 10 a 20 minutos. Si sólo ves que la piel está roja, aplica crema hidratante y observa por si aparecen cambios.
• Corte superficial. Lávate las manos con agua y jabón. Limpia la herida con jabón y ponla debajo del chorro hasta que pare la sangre (no debe ser agua muy caliente o si no no cerrarán los vasos sanguíneos involucrados. Seca la herida con gasas estériles. Aplica un antiséptico (como el triple antibiótico) y no tapes la herida.
• Ha sufrido un golpe, pero no tiene otros síntomas importantes. No levantes al niño de inmediato, comprueba que no hay fracturas. Si la contusión afecta a una extremidad, eleva el miembro afectado y retira cualquier objeto que pueda ejercer presión sobre éste. Aplica frío en la zona con hielo envuelto en un trapo para disminuir el dolor y la hinchazón.


Como sea, como dicen en el ejército, ante la “duda saluda”. Si de verdad tienes dudas, llévalo. Ya la misma vida te enseñará posteriormente a discernir.

Mientras tanto, en tu botiquín no debe faltar...

Foto: crecerfeliz.com

• Un termómetro
• Tijeras, un cortaúñas y unas pinzas
• Analgésicos menores (paracetamol en gotas o solución o bien ibuprofeno en solución)
• Alguna venda (elástica si es posible), tirita y gasas estériles (mejor que el algodón), esparadrapo antialérgico
• Jabón antibacterial para heridas menores (un lavado eficiente de la herida con agua y jabón normal también es muy eficaz)
• Diferentes productos que sirvan para lavar las heridas, hidratar y despejar las fosas nasales, limpiar los ojos, etcétera. No los confundas.
Y claro, puedes confiárselo al cielo, para que sepas que en esos momentos en que se pierde de tu vista hay un ángel de la guarda haciendo, pues, guardia...

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