martes, 12 de marzo de 2013

Estrías del embarazo

Cicatrices de amor prenatal

agendaparamamaDigital/ Por: Amnellys Rivera



Fotos: lolasabe.com
 


Lo que conocemos como estrías del embarazo, son pequeñas marcas que se producen cuando las fibras de colágeno y elastina de la dermis se rompen.
Se manifiestan de diferente color, de acuerdo al tono de la piel de la embarazada. Por ejemplo, las mujeres de piel clara presentan estrías de color rosa, primero; rojo, después y finalmente púrpura. Las estrías en las mujeres de piel morena se oscurecen.

Estas marcas suelen aparecer al final del tercer trimestre del embarazo, es decir, cuando el útero ya ha crecido en proporción al tamaño del feto.

Causas


Las causa más frecuente de la aparición de estrías son las variaciones bruscas en el peso o el tamaño, comunes en la adolescencia, en los embarazos o si hay un aumento importante en el peso corporal. También pueden aparecer como consecuencia de algunas enfermedades caracterizadas por un exceso de hormonas, o también en tratamientos prolongados con corticoides. Pero sobre todo, se dan en la gestación, por lo que se asocian tanto con esta.
El comienzo de las estrías se caracteriza por la aparición de líneas rojizas muy finas que con el tiempo, y si su causa no desaparece, se transforman en gruesas líneas, que pueden tener un tamaño de hasta un centímetro de ancho. Luego se tornan blanquecinas y desaparece el vello de la piel sobre ellas.


Prevención



Para evitar, en lo posible, la aparición de estrías, es aconsejable:
Hidratación- Debes hidratar suficientemente la piel. Bebe dos litros diarios de agua y utiliza cremas hidratantes para el pecho y para el vientre, dos veces al día.

Activar la circulación- La mejor forma de lograrlo es tomar una ducha o baño con agua fría o tibia.

Masajes- Son importantes los masajes en el pecho y en el vientre, mediante masajes circulares, a fin de reactivar la circulación.

• En el abdomen
Apoya una mano sobre la otra y rodea tu vientre con un amplio movimiento circular, ejerciendo una ligera presión.
• En los senos
Rodea tu seno con la palma de la mano desde el exterior hacia el interior, subiendo hacia los hombros.
• En los muslos y caderas
Realiza siempre masajes de abajo hacia arriba, o rotatorios, de la rodilla hacia la cadera, rodeando el muslo, glúteos y cadera.

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