lunes, 26 de agosto de 2013

Aseo del bebé




Elizabeth Santiago Berríos

 
Foto: www.vidabebe.com



Limpio en un dos por tres


Ya estás perdiendo el temor de cargarlo, ¿y ahora cómo haces para bañarlo?

 

Un bebé es muy delicado, y es normal que temas lastimarlo o que se te caiga, pero, si confías en ti y sigues estos simples consejos, verás que en poco tiempo serás toda una maestra del aseo. Lo primero que debes saber es que durante las primeras semanas no vas a usar la bañerita, sino que lo bañarás sobre una superficie seca y segura, con la ayuda de un paño suave.

Además del paño, necesitarás:
- un recipiente con agua tibia,
- un jabón para bebé,
- una toalla,
- una muda limpia de ropa.

Asegúrate de que estén en una habitación cálida, alejados de flujos de aire. Coloca al bebé sobre una cama o un mueble cambiador. La mejor manera de limpiarlo durante este periodo es envolviéndolo en una toalla y exponiendo solo la parte que limpiarás con el paño húmedo justo cuando lo vayas a hacer, según las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría. Primero humedece el paño en agua tibia para limpiarle la cara, y luego humedécelo una segunda vez en agua y jabón para limpiar el resto del cuerpo. Usa una mano para sostenerlo, y la otra, para limpiarlo.
 
¿Y el remanente del cordón umbilical?
No debes preocuparte por él, ni siquiera lo toques, pues en unas semanas se desprenderá solo. Solo debes mantener el área seca y expuesta para que se ventile. Una vez se desprenda el residuo del cordón umbilical, puedes comenzar a bañarlo en una bañerita.

10 pasos para bañar al bebé
  1. Junta todo lo que vas a necesitar y extiende la toalla cerca de ti. Recuerda bañar al bebé en un lugar cálido.
  2. Llena la bañera con agua tibia a un nivel de dos a tres pulgadas. Nunca introduzcas el bebé al agua sin antes verificar la temperatura.
  3. Trae el bebé al área y desvístelo completamente.
  4. Introdúcelo al agua poco a poco, los pies primero, usando una mano para apoyar el cuello y la cabeza.
  5. Vierte cazos del agua tibia sobre el cuerpo de tu bebé regularmente mientras lo bañas para evitar que le dé frío.
  6. Usa solo un poco de jabón y con un paño báñalo de pies a cabeza, por el frente y por detrás. Si vas a lavar el cuero cabelludo, quizá convenga dejarlo para el final para que al bebé no le dé frío desde el principio.
  7. Si notas que tiene dermatitis seborreica, o costra láctea, pásale un cepillito de cerdas suaves por la cabeza antes de lavar con champú.
  8. Enjuágalo vertiendo un cazo de agua limpia (tibia) sobre el cuerpo.
  9. Cuando hayas acabado, envuelve al bebé en una toalla con capucha mientras lo sacas.
  10. Si el pañal ha irritado un poco la piel, úntale una crema adecuada para ello.

Lo otro que conviene saber es que, a pesar de que algunos padres bañan a sus bebés a diario, realmente no es necesario hacerlo con tanta frecuencia sino hasta que tu bebé esté gateando o ensuciándose a menudo. Si optas por no bañarlo a diario, debes asegurarte de lavarle la cara frecuentemente y los pliegues de la piel (la corva, la flexura del codo, el cuello), así como limpiar los genitales minuciosamente cada vez que le cambies el pañal. Sin embargo, muchos padres descubren que al bebé le gusta tanto el agua, que aprovechan la tarea de bañarlo como una ocasión para entretenerlo. Asimismo, cuando su cuerpo esté más “durito”, muchos padres deciden bañarlo en el fregadero. Claro está, debe estar extremadamente limpio y despejado de objetos que pudiera agarrar el bebé.

POR PARTES

Orejas
Escoge una parte distinta del paño húmedo o una gasa nueva para limpiar cada una. No insertes palitos de algodón en los oídos porque podrías lastimar los tímpanos y empujar el cerumen hacia el interior, formándole un tapón.

Nariz
Solo limpia la parte externa en caso de que tenga secreciones. El momento ideal es después del baño, ya que la mucosidad se ha reblandecido y el bebé se encuentra relajado. De necesitar limpiarla profundamente, usa un aspirador nasal. Nunca insertes tu uña, rollitos de papel o palitos de algodón en los orificios nasales porque irritarás sus delicadas membranas.

Ojos
Al igual que hiciste para las orejas, usa una parte del paño distinto o una gasa nueva para sacar las lagañas de cada ojo. No los limpies en seco porque podrías rasparlos. Tampoco uses algodones porque algún filamento podría introducirse en los ojos y causar irritación.

Genitales
Se debe lavar la vulva desde el frente en dirección hacia atrás, para evitar que el excremento entre en la vagina y llegue hasta la vejiga. Asegúrate siempre de limpiar entre los pliegues porque puede haber residuos fecales.

Se debe lavar el pene sin forzar el prepucio hacia atrás, en el caso de los varones que no están circuncidados. El prepucio se retraerá por sí solo en su momento. Tan solo presiona suavemente la piel contra la punta del pene y límpialo. En el caso de los niños circuncidados, debes hablar con el pediatra para asegurarte de cuidar el área de la incisión.

Uñas
El mejor momento para cortarlas es mientras duerme porque las manos están relajadas. El instrumento adecuado para hacerlo es una tijera de punta redonda o un cortaúñas de bebé. Recuerda presionar la punta de sus dedos hacia abajo, para que no le cortes la piel.

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