jueves, 8 de agosto de 2013

Problemas de aprendizaje





Nadesha Karina González

Foto: www.guiainfantil.com

Como identificarlos


Los problemas de aprendizaje salen a relucir una vez tu hijo ingresa a la escuela. Esto no debe ser una causa de alarma extrema, sino todo lo contrario. Una vez los detectes lo primordial es buscar la atención adecuada para lograr modificarlos.

Todo trastorno que afecta la habilidad del niño para desempeñar sus tareas escolares, procesar información y comunicarse efectivamente es considerado un problema de aprendizaje. Contrario a lo que usualmente se piensa, lo enfrentan niños con una inteligencia promedio o sobrepromedio, que aunque se les haya provisto las oportunidades de aprendizaje apropiadas, presentan dificultad en el habla, escritura o matemáticas. Asimismo, se observan más en varones que en niñas, la proporción es de cuatro a uno.

Los problemas de aprendizaje se manifiestan en ocho categorías y la terapeuta ocupacional licenciada, Jessica González Nieves, explica cuáles son.
  • Trastorno de la función motora: Muestra torpeza, pobre ejecución de las destrezas motoras amplias (correr, caminar, balance) y finas (agarrar, colorear), dificultad para planear tareas nuevas y problemas de equilibrio.
  • Trastorno educativo: Dificultad para copiar de la pizarra, para escribir, para organizar el tiempo y sus materiales, para entender instrucciones escritas y orales, para recortar, colorear y dibujar.
  • Trastorno de atención y concentración: Incluye periodos cortos de atención, impulsividad y perseveración verbal y motora, o sea que repite lo mismo.
  • Trastorno de pensamiento y memoria: Pobre habilidad para el pensamiento abstracto, dificultad en la formación de conceptos y pobre memoria a corto y largo plazos.
  • Dificultad en el habla y comunicación: Enfrenta problemas para cambiar los temas de conversación, en secuenciar palabras, oraciones o sonidos.
  • Dificultad auditiva: No recuerda las direcciones orales (memoria auditiva), no puede producir sonidos de palabras, no puede bloquear sonidos de fondo, no recuerda la secuencia de sonidos, palabras o números. En estos casos, González Nieves señala que es conveniente que el niño sea evaluado por un audiólogo, para descartar un problema auditivo.
  • Trastorno de integración sensorial y perceptual: Dificultad en los conceptos de dirección y lateralidad, y tareas que requieren destrezas perceptuales.
  • Problemas psicosociales: Muestra una conducta antisocial, pobre autoestima y su competencia social está por debajo del promedio en comparación con su edad mental y cronológica.

La profesional de la salud sostiene que las causas para que estos trastornos ocurran aún se desconocen. Sin embargo, se cree que en los mismos pueden intervenir factores como la herencia, alergias, disfunción en la integración sensorial, factores prenatales, perinatales e infancia.

González Nieves les recomienda a los padres que mantengan contacto continuo con los maestros de sus hijos y que verifiquen diariamente las tareas escolares, de esta forma pueden detectar alguno de estos problemas. Además, si tienes otros hijos puedes comparar el desempeño en los diferentes renglones académicos.
  
“Cuando entrevisto por primera vez a los padres, muchos me indican que su otro hijo no hacía lo mismo o ejecutaba las cosas de otra manera. Esas diferencias pueden ser una base para identificar posibles trastornos en el niño”, afirmó la terapeuta ocupacional. No obstante, aclaró que si un niño lleva a cabo una acción en forma distinta no significa que tiene una deficiencia. “El problema se produce cuando no se obtienen los resultados esperados”, destacó.

Por ejemplo, si un niño no tiene un agarre funcional del lápiz, pero puede escribir, su letra es legible, culmina las tareas asignadas y sale bien académicamente, no necesita someterse a una corrección.

Efectividad de las terapias
Los problemas de aprendizaje no desaparecen ya que existe un problema en el sistema nervioso central que interfiere con la recepción, procesamiento o comunicación con la información. En otras palabras, la información recibida de los sentidos se procesa de forma diferente. Sin embargo, por medio de terapias se puede modificar la conducta y desarrollar destrezas para mejorar las dificultades.

El plan terapéutico que se le diseña a cada niño cambia según va creciendo y depende de las necesidades específicas que va presentando. Generalmente, se dividen en las siguientes áreas:
  • Infante: Integración sensorial, juegos y destrezas básicas de socialización. Se les provee educación a los padres.
  • Edad escolar: Integración sensorial, juego social, integración visomotora, percepción visual y destrezas de escritura.
  • Adolescencia temprana: Destrezas de vida independiente, desarrollar técnicas de adaptación y compensación, y hábitos vocacionales.

La terapeuta ocupacional indica que el grado de independencia que logra un niño a nivel escolar y posteriormente en la adultez dependerá de la severidad del problema de aprendizaje. “Niños con problemas leves de aprendizaje pueden llegar a tener una vida independiente, pero aquellos con uno severo necesitan un plan vocacional, consejería y adaptaciones, para asegurar un funcionamiento apropiado a nivel social, emocional y vocacional”, concluyó.

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