martes, 14 de diciembre de 2010

Pa-la-ca-mi-ta



Una de las experiencias más angustiantes para los padres es lidiar con la hora de ir a dormir. Si no estableces una rutina de sueño que involucre a todos en la familia, puede que esta hora se torne un poco desagradable tanto para ti como para tu hijo.

Es recomendable que desde los seis meses de nacido el bebé duerma en otra habitación, para evitar que se desarrolle una dependencia. Un cambio como éste debe adaptarse al ritmo individual de cada niño. A continuación, algunas ideas para que tengas éxito:

• Define la rutina que deseas implantar y compártela con las personas que lo cuidan, para que sean constantes en los hábitos que establezcas y no los alteren. La disciplina y la constancia son fundamentales para tener éxito.
• Evita que duerma siestas prolongadas durante el día; es probable que no le dé sueño a la hora de dormir.
• Establece un patrón de conducta para que el niño lo asocie con que el día ha finalizado. Un ejemplo de esto puede ser establecer en horario fijo para bañarse, cepillarse los dientes, ponerse su pijama, leer algún cuento o rezar.
• Resiste la tentación de acostarte a su lado, ya que puede acostumbrarse y pedirlo todas las noches.
• Para que no sienta temor a la oscuridad, instala una lamparita en el receptáculo o deja una luz encendida. También dale un osito para que lo abrace durante la noche y le haga compañía.
• Coloca fotos de papá y mamá en su habitación. Esto lo ayudará a superar la angustia de saber que está durmiendo solo.
• Acude a su habitación siempre que te llame, y si llora trata de calmarlo.
• Evita que vea programas televisivos violentos o de misterio para que no tenga pesadillas.

¡Buena Suerte!



Adaptación: Karla Toledo

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