martes, 23 de noviembre de 2010

El Reflujo en niños

En pocas palabras, Mamá:

¿Qué es el reflujo?

El reflujo gastroesofágico (RGE) ocurre cuando el contenido gástrico del estómago regresa hacia el esófago. Luego el esófago, como defensa natural, realiza un tipo de ‘limpieza’ que expulsa todo ese material al exterior, evitando que ocurran efectos nocivos del ácido sobre las mucosas.

El reflujo en los infantes es probablemente la condición que más prevalece en ellos después del catarro. Está confirmado que hasta el 90 por ciento de ellos padecen de reflujo excesivo. Los niños, al igual que los adultos, tienen cortos episodios de reflujo, especialmente después de las comidas, aunque no todos los niños presentan los “buches” o vómitos. El reflujo “silencioso” ocurre cuando el contenido gástrico hace contacto con las paredes del esófago pero no se expulsa.

Existe una parte del cuerpo en la que el esófago y el estómago se unen. Esta parte se llama cardias y posee un músculo circular que se abre para permitir que entre alimento al estómago, y se cierra para impedir que el contenido gástrico retroceda.

Durante el primer semestre de vida, éste músculo todavía es muy débil. Como el esófago no tiene la capacidad de manejar el ácido estomacal, puede inflamarse o desarrollar esofagitis. La esofagitis crónica puede causar sangrado, formación de estrecheces y hasta cáncer del esófago. También hay complicaciones en la vía aérea, cómo episodios de ahogo, irritación crónica de la vía alta e incluso pulmonía por aspiración. Sólo la minoría de los casos requieren de tratamiento con medicinas como antiácidos o agentes antirreflujo para prevenir o tratar la esofagitis.

El 60 por ciento de los infantes con reflujo excesivo mejora alrededor de los seis meses de vida, debido a que hay un aumento en el tono general, el niño se posiciona más vertical y se incluyen más sólidos en su dieta. Al año de edad, sobre el 90 por ciento ha superado esta condición.

Los tratamientos para tratar esta condición pueden ser tan simples como maniobras antirreflujo. Estas incluyen proveer comidas más pequeñas pero más frecuentes, alimentar al niño en posición de 45 grados e interrumpir el proceso de alimentación para ayudar a la eructación. La intervención médica es recomendada cuando el niño no crece. Esto sucede porque está vomitando más de lo que retiene.

De ahí... el reflujo.

Adaptación: Karla Toledo


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