lunes, 9 de abril de 2012

Relájate durante el embarazo


Por Wilnerys E. Crespo Lugo
Agenda para Mamá Digital

 

Foto fuente: http://www.steelpool.com
 Las mujeres siempre andan pendientes a su figura, y ganar peso puede ser un dolor de cabeza para muchas de ellas.  El proceso de embarazo suele ser para muchas una preocupación al ver cómo su figura cambia.  Así que si te encuentras en una situación similar siente el orgullo de cargar por nueve meses lo que será una bendición para toda tu vida, tu bebé.
 
No hay razón para inquitarse, mantente en forma y saludable durante el proceso de gestación.  Los ejercicios en la piscina ayudar a mantenerte en forma de manera relajante, divertida y muy beneficiosa en estos días de calor que se avecinan.

 
Según crecerfeliz.es, darse un chapuzón es la forma más práctica y fácil de ejercitar tu cuerpo. Al nadar ayudas al fortalecimiento de tus músculos y puedes disfrutar la sensación de quitar peso extra de tu cuerpo.

 
Pon atención a algunos de los ejercicios que puedes practicar:

 
1.    Relaja los músculos
Nada de espaldas hasta la escalera situada en la piscina. Al llegar quédate flotando verticalmente sacudiendo rítmicamente los brazos y piernas ya que de esta forma ayudas a relajarlos.  Puedes también quedarte tumbada flotando unos minutos lo que te ayuda a concentrarte en tu respiración.

 
2.    Mejora tu circulación
Con el agua a la altura del cuello, ponte de pie con los pies juntos  y los brazos estirados a lo largo del cuerpo, flexiona las piernas y salta hacia arriba inhalando el aire. Salta sin llegar a sacar la barriga del agua y avanza por la piscina dando saltos de canguro.

 
3.    Abdominales fuertes
Sujétate del borde de la piscina. Pega la espalda a la pared , coge aire, junta las piernas y mantenlas estiradas. Elévalas lentamente a la vez que exhalas el aire. Baja las piernas y vuelve a subirlas de nuevo manteniendo la respiración coordinada. 

 
4.    Da elasticidad al periné ( región anatómica correspondiente al piso de la pelvis)
De cara a la pared de la piscina, con las manos en el borde y los brazos estirados, apoya la planta de los pies en el fondo y baja hasta sumergir parte de la cara. También lo puedes hacer con las  plantas de los pies apoyadas en la pared de la piscina, cerca de las manos. Acerca las posaderas a la pared flexionando las piernas y vuelve a estirarlas.

5.    Termina tu baño relajada
Sumérgete y ponte en posición fetal, concéntrate y visualiza a tu bebé. El se encuentra tan relajado como tú en ese momento, flotando plácidamente en tu barriguita en una posición muy similar a la tuya. 

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